Estrategia Nacional de Drogas 2026-2030. Sociedad civil y trabajadores
Junta Nacional de Drogas
Cambios en " Aportes al documento sobre principios rectores y lineamientos estratégicos"
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Cuerpo
- +["Aportes al documento sobre principios rectores y lineamientos estratégicos\nSe presentan una serie de reflexiones sobre algunos de los temas tratados en el documento, para ser considerados por el equipo asesor. No están propuestas como agregados, modificaciones ni sustituciones.\nValoración global del documento \nSe trata de un documento exhaustivo, completo, que deja en claro las orientaciones que se proponen. \nSe comparten los principios rectores planteados, agregando que también hubiera sido oportuno incorporar en el conjunto, a la territorialidad, en el entendido que la misma, da sentido a la END, al igual que los demás principios elegidos.Eje estratégico “rectoría y gobernanza”\nSe entiende que es compartible la intención de invertir esfuerzos en el fortalecimiento institucional de las JDD y JLD, las que son consideradas centrales para la consolidación de los principios de rectoría y gobernanza. \nTambién se acuerda en la necesidad de reafirmar a la JND como espacio de direccionalidad política, así como a la SND y a la Senaclaft, de forma que vuelvan a constituirse en referencia para los espacios de trabajo territoriales.\nLo que debería considerarse, es la no referencia explícita en los lineamientos, al decreto 84/010. Se trata de la normativa vigente, que confiere a las Juntas con claridad, sus cometidos, tanto a nivel de impulsar en los territorios la END, como también de liderar el diseño e implementación de las políticas departamentales de drogas. \nDe la lectura de las acciones que se plantean en el documento, se interpreta que el énfasis está puesto en instrumentar a las Juntas, para que estas realicen la “adecuación territorial” de las definiciones nacionales. Está claro que este aspecto es parte de los cometidos que establece el decreto, dado que las líneas de trabajo que elaboran los territorios deben estar en consonancia con las definiciones políticas nacionales a nivel de drogas. \nPero quizás es importante, resaltar en los lineamientos que se proponen, el carácter de actor político de relevancia que estos ámbitos deben adquirir, en tanto son la rectoría de la política a nivel departamental. \nLas JDD diseñan planes de trabajo, les dan seguimiento y los evalúan. También tienen como cometido generar y coordinar planes locales de prevención. \nEs claro que existe una diversidad de realidades en cuanto a fortalezas y capacidades locales existentes, que incidirán en los alcances que tenga la gestión de cada JDD. Conocer cada estado de situación es parte de un aporte que en conjunto con el territorio, debe aportar la SND a través de diagnósticos y mapeos para ahí sí, establecer cuáles son los desafíos a abordar. \nCapacitar y formar entonces, constituyen un componente de una estrategia de fortalecimiento institucional, más amplia, que debe incluir definiciones en cuanto a recursos que aportan las instituciones que integran la JND (como plantea el decreto), asignación de fondos a partir de mecanismos concursables (como plantean los lineamientos), entre otros.\nPor último, valorar positivamente el planteo de los lineamientos, que invita a pensar formas organizativas alternativas, que potencien las articulaciones y la producción compartida con otros espacios de trabajo interinstitucional (Mips por ejemplo).\nEje estratégico “sistema integral de prevención y promoción de salud”\nSe acuerda en el valor de política de Estado que se asigna a la construcción de una política pública de prevención, construida con la multiplicidad de actores involucrados en la temática.\nTambién se comparte el planteo sobre la importancia de actuar en forma anticipada y sostenida, en línea con los que son las definiciones básicas del concepto de prevención en salud. En este sentido, se asigna relevancia a las intervenciones en edades tempranas. \nNo obstante, se entiende que en este capítulo, es necesario avanzar en planteos a como se conciben “las diferencias de género y generaciones en los usos de drogas” (pág. 15).\nLa cuestión del uso de sustancias en NNA y en adultos jóvenes implica un desafío a la hora de pensar programas de prevención, dados los aportes que los estudios sobre el neurodesarrollo aportan en las últimas décadas. El desarrollo del cerebro adolescente, condiciona las capacidades de respuesta, influye en el comportamiento. Las áreas frontales, encargadas de regular impulsos, del juicio y el pensamiento lógico, maduran a lo largo de la adolescencia más lentamente. Los y las adolescentes por tanto, son más proclives a exponerse a situaciones de riesgo, fundamentalmente en determinados escenarios y situaciones más estimulantes. Esta condición interna, interjuega con contextos familiares y sociales complejos, que per se también exponen a las adolescencias al riesgo. Está claro que la política pública de drogas debe atender las diversas realidades de las juventudes pero fundamentalmente, debe hacer énfasis en las vicisitudes de las poblaciones más vulnerables, contemplando una perspectiva de protección de Derechos vulnerados. \nImporta explicitar con claridad en la END como objetivo, el retraso de la edad de inicio en el uso de drogas, así como también la limitación de uso variado de estas, de forma de minimizar riesgos de que se genere dependencia de estas a temprana edad. Las adolescencias son más vulnerables a los efectos agudos de las sustancias y en caso de iniciar consumos habituales de drogas, presentan un riesgo aumentado de presentar trastornos por uso de sustancias en la vida adulta. \nEl paradigma de gestión de riesgos y reducción de daños ofrece una perspectiva comprensiva y no estigmatizante en relación a la persona que usa drogas, a la hora de pensar estrategias y acciones de trabajo en tema. \nEn materia de prevención de usos de drogas, en las últimas décadas se ha avanzado en la construcción de evidencia científica en torno al valor que aportan los programas dirigidos a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, correctamente concebidos e implementados. Como aspecto a destacar de estas iniciativas, se identifica el relativo al involucramiento de los referentes educativos del mundo adulto (ejemplo de esto es el Programa “Unplugged”, entre otros). \n\n\n\nEn este sentido, es necesario diseñar un sistema nacional de prevención y promoción de salud, con un alcance nacional, real, enfocado en las generaciones más jóvenes. \nEl diseño y la implementación debe ser de carácter verdaderamente interinstitucional y requerirá, de mayor inversión presupuestal que la otorgada en períodos anteriores.\nDentro de los nuevos diseños en materia de prevención, es imperioso generar dentro del nuevo sistema, estrategias que se focalicen en:\n-\tel “consumo cero” en embarazadas \n-\tprocurar retrasar la edad de inicio de usos de drogas en jóvenes menores de 21 años\nSe debe trabajar sobre el universo de las sustancias, atendiendo la complejidad de aquellas sobre las cuales es menor la percepción de riesgo (alcohol, tabaco, cafeína) \nAquí deben dialogar en la END, los capítulos de prevención y regulación de mercados.\n Por último, el trabajo en prevención, debe incorporar estrategias que promuevan con claridad, la accesibilidad de las personas a las redes de protección y apoyo en la temática. Y específicamente al sistema de atención. \nEn este punto dialoga el apartado de prevención con el de atención-tratamiento, así como también con el de gobernanza, ya que la propuesta que aporta la END de avanzar en la organización del movimiento de usuarias y usuarios, incidirá favorablemente en las necesarias mejoras de las condiciones de accesibilidad a los servicios. \nLa OMS define a la accesibilidad, como la posibilidad que tienen una persona, con o sin problemas de movilidad o percepción sensorial, de entender un espacio, integrarse en él e interactuar con sus contenidos. \nPara la Organización, los sistemas de atención “deben ofrecer servicios equitativos y de calidad que protejan de modo no excluyente ni desigual, a los ciudadanos de enfermar y de la desprotección financiera y las implicaciones que puedan generar, buscando que se logre a través de la eficiencia”. \n(OMS, Informe sobre la salud en el mundo, Ginebra, 2010).\nLa pregunta sobre cómo los servicios de salud se acercan a la población, no tiene que tomar solo a la oferta como variable, sino también a la demanda. En ese lugar está la ciudadanía ejerciendo su derecho a la salud. \n Stolkiner (Argentina, UBA), piensa el concepto de accesibilidad de forma relacional: población y servicios. Estudia diversos colectivos en situación de vulnerabilidad. En relación a los upd plantea la presencia de fuertes estigmas en el propio personal de salud, que vendrían a reproducir los estigmas del imaginario social.\n Las consultas espontáneas son muy bajas, predominando las judicializadas y las que se dan con acompañamiento de referentes. \nTrabaja en torno a: pocas horas disponibles, bajos presupuestos, servicios “más o menos” amigables, horarios de atención restringidos. \nHabla de barreras simbólicas a la accesibilidad. Existen más allá de que existan servicios. \nMenciona distintas formas de categorizar las brechas al acceso a servicios, por ejemplo, variables:\n-\tPúblico-privado \n-\tTerritoriales\n-\tEconómicas\n-\tGénero\n-\tGeneraciones\n-\tEtnico- racial"]