Estrategia Nacional de Drogas 2026-2030. Consulta al Sector Público

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Fase 2: Análisis de los propuestas recibidas 9/9/2025 - 30/9/2025

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Cambios en "Aporte de la Marcha Mundial de la Marihuana 2025"

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+["Aporte de la Marcha Mundial de la Marihuana\n2025\nComo parte del movimiento social organizado, nos es imperioso\nimpulsar una reflexión colectiva respecto al cannabis, su regulación y la agenda social y política que lo acompaña. Se debe discutir la situación de la regulación del cannabis en nuestro país y\nnecesitamos hablar de los retrocesos en la implementación y mirar al futuro con una agenda que creemos debe ser analizada en lo\ninmediato, abordada desde una mirada no prohibicionista, sino de\nreducción de daños, con centro en los usuarios y usuarias como\npersonas de derecho, a quienes proteger y respetar.\nNo desconocemos que esta regulación, así como otras\ntransformaciones sociales, fueron impulso y conquistas del\nmovimiento social y de fuerzas progresistas que confluyeron en\nuna etapa del país, con más impulso creemos que debe ser la base de una transformación en políticas de drogas que respeten y protejan a los usuarios, y combatan la violencia que se produce en los mercados ilícitos.\nHasta ahora no se ha terminado la persecución y vemos que\nperversamente no parece delito vender droga sino producirla sin\npermiso. ¡Aún se liberan narcos pesados y millonarios y se\nencarcelan trabajadores, mujeres, jóvenes y militantes por plantar\nuna planta!\nTras 12 años de implementación de la regulación del cannabis en\nnuestro país y en este marco legal, ha permitido que 79 mil\nadquirentes en farmacias, 11 mil cultivadores domésticos y 16.700\nmiembros de clubes accedan a cannabis por vías más seguras que las del narcotráfico. Más de 106.700 personas están accediendo a una sustancia por fuera de los circuitos ilegales, por fuera de las “transas” y el riesgo que esto implica. También es preciso\nmencionar a la cantidad de personas que han podido acceder a nuevos tratamientos, alternativos a los brindados por el sistema de\nsalud tradicional, para las más diversas dolencias de uruguayos y\nextranjeros.\nPero hoy enfrentamos una realidad en la que las leyes y su\nimplementación siguen perpetuando injusticias, limitando el\ndesarrollo económico, criminalizando a usuarios y cultivadores, y\nobstaculizando la industrialización que tanto necesitamos. El\nartículo 74 de la LUC, sumado a normas oscuras y mal aplicadas,\nse usa cómo arma para allanar hogares humildes, secuestrar\ncosechas, humillar cultivadores y armar causas sin sustento.\nEs necesario reflexionar sobre qué modelo de gestión de drogas\nqueremos: el narcotráfico o la regulación? La violencia o la\nreducción de daños? La clandestinidad y la corrupción o un\nmodelo que respete la salud pública y los derechos humanos?\nNecesitamos seguir avanzando en un modelo que nos ayude a\nbajar los índices alarmantes de inseguridad que se expresan en\nmuertes y más muertes en los territorios. Siempre de gente pobre y vulnerable, siempre el eslabón más débil de la cadena. Basta de\ncriminalizar a las personas por la planta!\nLa aplicación de la regulación del cannabis sigue siendo prohibicionista, sigue siendo clasista y racista. No debemos permitir que los operadores de justicia sigan condenando a las poblaciones más vulnerables y a mujeres jóvenes a la cárcel por el involucramiento con la planta.\nEl uso y abuso de figuras legales como los acuerdos abreviados, la\n“tenencia no para consumo” y el “suministro a título no oneroso”\nhabilitan la arbitrariedad y el abuso de las fuerzas policiales,\nrepresivas y se invierte el “supuesto” de inocencia hasta que se pruebe lo contrario. La desproporción de las penas, hace que hoy tengamos una justicia para ricos y otra para pobres y vulnerables. A 11 años de regulados los usos medicinales ¿solo tendremos medicamentos regulados por la industria farmacéutica a precios inaccesibles?\nEn el año 2019 se votó la Ley de acceso al cannabis medicinal y\nterapéutico, así como la Ley de promoción de la investigación\ncientífica. Exigimos una implementación cabal de estos dos\ninstrumentos legales, para impulsar una industria local y un nuevo\nsendero del desarrollo del país. Pero también, para facilitar el\nacceso a productos de calidad a un enorme conjunto de personas\nque no encuentran respuesta en los tratamientos tradicionales,\nque, haciendo uso de su sano juicio, eligen probar una alternativa.\nExigimos que sea posible! Es un deber la implementación de las\nasociaciones de pacientes, sin exigencias alocadas, reglamentadas a la medida del control de la industria farmacéutica monopólica, figura consagrada por ley como alternativa de acceso con garantías a productos elaborados con destino a su uso terapéutico. La salud de las personas no es propiedad del Estado, ni de las\nfarmacéuticas ni del cuerpo médico. EL DOLOR NO PUEDE\nESPERAR.\nLa ley nos prometía acceso seguro, pero las farmacias no cubren el total de la demanda, la producción está concentrada en pocas manos, mientras se asfixian con trámites, controles arbitrarios y amenazas a los clubes cannábicos y a los autocultivadores.\nTampoco hay herramientas estatales accesibles para testear,\ninvestigar o certificar lo que cultivamos.\nPor tanto, a 11 años de la regulación del cannabis en Uruguay, las\norganizaciones sociales nucleadas en el movimiento Marcha\nMundial de la Marihuana en Uruguay proponemos.\nSe haga efectivo un desarrollo de la matriz productiva del cannabis\nhacia las economías populares y con inclusión de la pequeña\nproducción. Con licencias accesibles y dispensarios para expendio\nen todo el territorio nacional. Revisar y ampliar el marco regulatorio para fomentar la industrialización, la microproducción y la inclusión social.\nEliminar el registro de usuarios No somos delincuentes! Nuestra\nseguridad jurídica viene siendo atacada aún con registro de por\nmedio, sin las garantías adecuadas.\nEliminación de las restricciones arbitrarias a clubes para su\ncrecimiento en socios y producción.\nUna política de drogas que haga mayor énfasis en una prevención\nefectiva, con educación y gestión de riesgos y daños. Proponemos\nse desarrolle un sistema de tratamientos para uso problemático de la sustancia, que sea accesible, profesional e innovador. Y que, haya mayor investigación en estas áreas, disponer de recursos\npúblicos y privados para éstas tareas, con particular apoyo a las\náreas del estado como UdelaR, sistema de enseñanza, JND, MSP\ny otras.\nDisponer de una analítica económicamente accesible, para saber él contenido relativo de cannabinoides, contaminantes microbiológicos, etc, desde el ámbito público, cómo puede ser desde la Facultad de Química.\nEl Estado Uruguayo debe exigir que se elimine a la marihuana\n(cannabis sativa) de la lista 1 de sustancias prohibidas, a nivel\ninternacional.\nY también creemos que debe ser derogado el artículo 74 de la LUC\ny toda figura legal que permita criminalizar la producción para uso no comercial.\nEstas propuestas buscan mayor equidad, inclusión y justicia social\ny jurídica. No más presos ni presas por marihuana. No más\npersecución a cultivadores y usuarios. Basta de criminalizar la\npobreza."]

+["Aporte de la Marcha Mundial de la Marihuana\n2025\nComo parte del movimiento social organizado, nos es imperioso\nimpulsar una reflexión colectiva respecto al cannabis, su regulación y la agenda social y política que lo acompaña. Se debe discutir la situación de la regulación del cannabis en nuestro país y\nnecesitamos hablar de los retrocesos en la implementación y mirar al futuro con una agenda que creemos debe ser analizada en lo\ninmediato, abordada desde una mirada no prohibicionista, sino de\nreducción de daños, con centro en los usuarios y usuarias como\npersonas de derecho, a quienes proteger y respetar.\nNo desconocemos que esta regulación, así como otras\ntransformaciones sociales, fueron impulso y conquistas del\nmovimiento social y de fuerzas progresistas que confluyeron en\nuna etapa del país, con más impulso creemos que debe ser la base de una transformación en políticas de drogas que respeten y protejan a los usuarios, y combatan la violencia que se produce en los mercados ilícitos.\nHasta ahora no se ha terminado la persecución y vemos que\nperversamente no parece delito vender droga sino producirla sin\npermiso. ¡Aún se liberan narcos pesados y millonarios y se\nencarcelan trabajadores, mujeres, jóvenes y militantes por plantar\nuna planta!\nTras 12 años de implementación de la regulación del cannabis en\nnuestro país y en este marco legal, ha permitido que 79 mil\nadquirentes en farmacias, 11 mil cultivadores domésticos y 16.700\nmiembros de clubes accedan a cannabis por vías más seguras que las del narcotráfico. Más de 106.700 personas están accediendo a una sustancia por fuera de los circuitos ilegales, por fuera de las “transas” y el riesgo que esto implica. También es preciso\nmencionar a la cantidad de personas que han podido acceder a nuevos tratamientos, alternativos a los brindados por el sistema de\nsalud tradicional, para las más diversas dolencias de uruguayos y\nextranjeros.\nPero hoy enfrentamos una realidad en la que las leyes y su\nimplementación siguen perpetuando injusticias, limitando el\ndesarrollo económico, criminalizando a usuarios y cultivadores, y\nobstaculizando la industrialización que tanto necesitamos. El\nartículo 74 de la LUC, sumado a normas oscuras y mal aplicadas,\nse usa cómo arma para allanar hogares humildes, secuestrar\ncosechas, humillar cultivadores y armar causas sin sustento.\nEs necesario reflexionar sobre qué modelo de gestión de drogas\nqueremos: el narcotráfico o la regulación? La violencia o la\nreducción de daños? La clandestinidad y la corrupción o un\nmodelo que respete la salud pública y los derechos humanos?\nNecesitamos seguir avanzando en un modelo que nos ayude a\nbajar los índices alarmantes de inseguridad que se expresan en\nmuertes y más muertes en los territorios. Siempre de gente pobre y vulnerable, siempre el eslabón más débil de la cadena. Basta de\ncriminalizar a las personas por la planta!\nLa aplicación de la regulación del cannabis sigue siendo prohibicionista, sigue siendo clasista y racista. No debemos permitir que los operadores de justicia sigan condenando a las poblaciones más vulnerables y a mujeres jóvenes a la cárcel por el involucramiento con la planta.\nEl uso y abuso de figuras legales como los acuerdos abreviados, la\n“tenencia no para consumo” y el “suministro a título no oneroso”\nhabilitan la arbitrariedad y el abuso de las fuerzas policiales,\nrepresivas y se invierte el “supuesto” de inocencia hasta que se pruebe lo contrario. La desproporción de las penas, hace que hoy tengamos una justicia para ricos y otra para pobres y vulnerables. A 11 años de regulados los usos medicinales ¿solo tendremos medicamentos regulados por la industria farmacéutica a precios inaccesibles?\nEn el año 2019 se votó la Ley de acceso al cannabis medicinal y\nterapéutico, así como la Ley de promoción de la investigación\ncientífica. Exigimos una implementación cabal de estos dos\ninstrumentos legales, para impulsar una industria local y un nuevo\nsendero del desarrollo del país. Pero también, para facilitar el\nacceso a productos de calidad a un enorme conjunto de personas\nque no encuentran respuesta en los tratamientos tradicionales,\nque, haciendo uso de su sano juicio, eligen probar una alternativa.\nExigimos que sea posible! Es un deber la implementación de las\nasociaciones de pacientes, sin exigencias alocadas, reglamentadas a la medida del control de la industria farmacéutica monopólica, figura consagrada por ley como alternativa de acceso con garantías a productos elaborados con destino a su uso terapéutico. La salud de las personas no es propiedad del Estado, ni de las\nfarmacéuticas ni del cuerpo médico. EL DOLOR NO PUEDE\nESPERAR.\nLa ley nos prometía acceso seguro, pero las farmacias no cubren el total de la demanda, la producción está concentrada en pocas manos, mientras se asfixian con trámites, controles arbitrarios y amenazas a los clubes cannábicos y a los autocultivadores.\nTampoco hay herramientas estatales accesibles para testear,\ninvestigar o certificar lo que cultivamos.\nPor tanto, a 11 años de la regulación del cannabis en Uruguay, las\norganizaciones sociales nucleadas en el movimiento Marcha\nMundial de la Marihuana en Uruguay proponemos.\nSe haga efectivo un desarrollo de la matriz productiva del cannabis\nhacia las economías populares y con inclusión de la pequeña\nproducción. Con licencias accesibles y dispensarios para expendio\nen todo el territorio nacional. Revisar y ampliar el marco regulatorio para fomentar la industrialización, la microproducción y la inclusión social.\nEliminar el registro de usuarios No somos delincuentes! Nuestra\nseguridad jurídica viene siendo atacada aún con registro de por\nmedio, sin las garantías adecuadas.\nEliminación de las restricciones arbitrarias a clubes para su\ncrecimiento en socios y producción.\nUna política de drogas que haga mayor énfasis en una prevención\nefectiva, con educación y gestión de riesgos y daños. Proponemos\nse desarrolle un sistema de tratamientos para uso problemático de la sustancia, que sea accesible, profesional e innovador. Y que, haya mayor investigación en estas áreas, disponer de recursos\npúblicos y privados para éstas tareas, con particular apoyo a las\náreas del estado como UdelaR, sistema de enseñanza, JND, MSP\ny otras.\nDisponer de una analítica económicamente accesible, para saber él contenido relativo de cannabinoides, contaminantes microbiológicos, etc, desde el ámbito público, cómo puede ser desde la Facultad de Química.\nEl Estado Uruguayo debe exigir que se elimine a la marihuana\n(cannabis sativa) de la lista 1 de sustancias prohibidas, a nivel\ninternacional.\nY también creemos que debe ser derogado el artículo 74 de la LUC\ny toda figura legal que permita criminalizar la producción para uso no comercial.\nEstas propuestas buscan mayor equidad, inclusión y justicia social\ny jurídica. No más presos ni presas por marihuana. No más\npersecución a cultivadores y usuarios. Basta de criminalizar la\npobreza."]

Supresiones

Adiciones

+["Aporte de la Marcha Mundial de la Marihuana\n2025\nComo parte del movimiento social organizado, nos es imperioso\nimpulsar una reflexión colectiva respecto al cannabis, su regulación y la agenda social y política que lo acompaña. Se debe discutir la situación de la regulación del cannabis en nuestro país y\nnecesitamos hablar de los retrocesos en la implementación y mirar al futuro con una agenda que creemos debe ser analizada en lo\ninmediato, abordada desde una mirada no prohibicionista, sino de\nreducción de daños, con centro en los usuarios y usuarias como\npersonas de derecho, a quienes proteger y respetar.\nNo desconocemos que esta regulación, así como otras\ntransformaciones sociales, fueron impulso y conquistas del\nmovimiento social y de fuerzas progresistas que confluyeron en\nuna etapa del país, con más impulso creemos que debe ser la base de una transformación en políticas de drogas que respeten y protejan a los usuarios, y combatan la violencia que se produce en los mercados ilícitos.\nHasta ahora no se ha terminado la persecución y vemos que\nperversamente no parece delito vender droga sino producirla sin\npermiso. ¡Aún se liberan narcos pesados y millonarios y se\nencarcelan trabajadores, mujeres, jóvenes y militantes por plantar\nuna planta!\nTras 12 años de implementación de la regulación del cannabis en\nnuestro país y en este marco legal, ha permitido que 79 mil\nadquirentes en farmacias, 11 mil cultivadores domésticos y 16.700\nmiembros de clubes accedan a cannabis por vías más seguras que las del narcotráfico. Más de 106.700 personas están accediendo a una sustancia por fuera de los circuitos ilegales, por fuera de las “transas” y el riesgo que esto implica. También es preciso\nmencionar a la cantidad de personas que han podido acceder a nuevos tratamientos, alternativos a los brindados por el sistema de\nsalud tradicional, para las más diversas dolencias de uruguayos y\nextranjeros.\nPero hoy enfrentamos una realidad en la que las leyes y su\nimplementación siguen perpetuando injusticias, limitando el\ndesarrollo económico, criminalizando a usuarios y cultivadores, y\nobstaculizando la industrialización que tanto necesitamos. El\nartículo 74 de la LUC, sumado a normas oscuras y mal aplicadas,\nse usa cómo arma para allanar hogares humildes, secuestrar\ncosechas, humillar cultivadores y armar causas sin sustento.\nEs necesario reflexionar sobre qué modelo de gestión de drogas\nqueremos: el narcotráfico o la regulación? La violencia o la\nreducción de daños? La clandestinidad y la corrupción o un\nmodelo que respete la salud pública y los derechos humanos?\nNecesitamos seguir avanzando en un modelo que nos ayude a\nbajar los índices alarmantes de inseguridad que se expresan en\nmuertes y más muertes en los territorios. Siempre de gente pobre y vulnerable, siempre el eslabón más débil de la cadena. Basta de\ncriminalizar a las personas por la planta!\nLa aplicación de la regulación del cannabis sigue siendo prohibicionista, sigue siendo clasista y racista. No debemos permitir que los operadores de justicia sigan condenando a las poblaciones más vulnerables y a mujeres jóvenes a la cárcel por el involucramiento con la planta.\nEl uso y abuso de figuras legales como los acuerdos abreviados, la\n“tenencia no para consumo” y el “suministro a título no oneroso”\nhabilitan la arbitrariedad y el abuso de las fuerzas policiales,\nrepresivas y se invierte el “supuesto” de inocencia hasta que se pruebe lo contrario. La desproporción de las penas, hace que hoy tengamos una justicia para ricos y otra para pobres y vulnerables. A 11 años de regulados los usos medicinales ¿solo tendremos medicamentos regulados por la industria farmacéutica a precios inaccesibles?\nEn el año 2019 se votó la Ley de acceso al cannabis medicinal y\nterapéutico, así como la Ley de promoción de la investigación\ncientífica. Exigimos una implementación cabal de estos dos\ninstrumentos legales, para impulsar una industria local y un nuevo\nsendero del desarrollo del país. Pero también, para facilitar el\nacceso a productos de calidad a un enorme conjunto de personas\nque no encuentran respuesta en los tratamientos tradicionales,\nque, haciendo uso de su sano juicio, eligen probar una alternativa.\nExigimos que sea posible! Es un deber la implementación de las\nasociaciones de pacientes, sin exigencias alocadas, reglamentadas a la medida del control de la industria farmacéutica monopólica, figura consagrada por ley como alternativa de acceso con garantías a productos elaborados con destino a su uso terapéutico. La salud de las personas no es propiedad del Estado, ni de las\nfarmacéuticas ni del cuerpo médico. EL DOLOR NO PUEDE\nESPERAR.\nLa ley nos prometía acceso seguro, pero las farmacias no cubren el total de la demanda, la producción está concentrada en pocas manos, mientras se asfixian con trámites, controles arbitrarios y amenazas a los clubes cannábicos y a los autocultivadores.\nTampoco hay herramientas estatales accesibles para testear,\ninvestigar o certificar lo que cultivamos.\nPor tanto, a 11 años de la regulación del cannabis en Uruguay, las\norganizaciones sociales nucleadas en el movimiento Marcha\nMundial de la Marihuana en Uruguay proponemos.\nSe haga efectivo un desarrollo de la matriz productiva del cannabis\nhacia las economías populares y con inclusión de la pequeña\nproducción. Con licencias accesibles y dispensarios para expendio\nen todo el territorio nacional. Revisar y ampliar el marco regulatorio para fomentar la industrialización, la microproducción y la inclusión social.\nEliminar el registro de usuarios No somos delincuentes! Nuestra\nseguridad jurídica viene siendo atacada aún con registro de por\nmedio, sin las garantías adecuadas.\nEliminación de las restricciones arbitrarias a clubes para su\ncrecimiento en socios y producción.\nUna política de drogas que haga mayor énfasis en una prevención\nefectiva, con educación y gestión de riesgos y daños. Proponemos\nse desarrolle un sistema de tratamientos para uso problemático de la sustancia, que sea accesible, profesional e innovador. Y que, haya mayor investigación en estas áreas, disponer de recursos\npúblicos y privados para éstas tareas, con particular apoyo a las\náreas del estado como UdelaR, sistema de enseñanza, JND, MSP\ny otras.\nDisponer de una analítica económicamente accesible, para saber él contenido relativo de cannabinoides, contaminantes microbiológicos, etc, desde el ámbito público, cómo puede ser desde la Facultad de Química.\nEl Estado Uruguayo debe exigir que se elimine a la marihuana\n(cannabis sativa) de la lista 1 de sustancias prohibidas, a nivel\ninternacional.\nY también creemos que debe ser derogado el artículo 74 de la LUC\ny toda figura legal que permita criminalizar la producción para uso no comercial.\nEstas propuestas buscan mayor equidad, inclusión y justicia social\ny jurídica. No más presos ni presas por marihuana. No más\npersecución a cultivadores y usuarios. Basta de criminalizar la\npobreza."]

Supresiones

Adiciones

+["Aporte de la Marcha Mundial de la Marihuana\n2025\nComo parte del movimiento social organizado, nos es imperioso\nimpulsar una reflexión colectiva respecto al cannabis, su regulación y la agenda social y política que lo acompaña. Se debe discutir la situación de la regulación del cannabis en nuestro país y\nnecesitamos hablar de los retrocesos en la implementación y mirar al futuro con una agenda que creemos debe ser analizada en lo\ninmediato, abordada desde una mirada no prohibicionista, sino de\nreducción de daños, con centro en los usuarios y usuarias como\npersonas de derecho, a quienes proteger y respetar.\nNo desconocemos que esta regulación, así como otras\ntransformaciones sociales, fueron impulso y conquistas del\nmovimiento social y de fuerzas progresistas que confluyeron en\nuna etapa del país, con más impulso creemos que debe ser la base de una transformación en políticas de drogas que respeten y protejan a los usuarios, y combatan la violencia que se produce en los mercados ilícitos.\nHasta ahora no se ha terminado la persecución y vemos que\nperversamente no parece delito vender droga sino producirla sin\npermiso. ¡Aún se liberan narcos pesados y millonarios y se\nencarcelan trabajadores, mujeres, jóvenes y militantes por plantar\nuna planta!\nTras 12 años de implementación de la regulación del cannabis en\nnuestro país y en este marco legal, ha permitido que 79 mil\nadquirentes en farmacias, 11 mil cultivadores domésticos y 16.700\nmiembros de clubes accedan a cannabis por vías más seguras que las del narcotráfico. Más de 106.700 personas están accediendo a una sustancia por fuera de los circuitos ilegales, por fuera de las “transas” y el riesgo que esto implica. También es preciso\nmencionar a la cantidad de personas que han podido acceder a nuevos tratamientos, alternativos a los brindados por el sistema de\nsalud tradicional, para las más diversas dolencias de uruguayos y\nextranjeros.\nPero hoy enfrentamos una realidad en la que las leyes y su\nimplementación siguen perpetuando injusticias, limitando el\ndesarrollo económico, criminalizando a usuarios y cultivadores, y\nobstaculizando la industrialización que tanto necesitamos. El\nartículo 74 de la LUC, sumado a normas oscuras y mal aplicadas,\nse usa cómo arma para allanar hogares humildes, secuestrar\ncosechas, humillar cultivadores y armar causas sin sustento.\nEs necesario reflexionar sobre qué modelo de gestión de drogas\nqueremos: el narcotráfico o la regulación? La violencia o la\nreducción de daños? La clandestinidad y la corrupción o un\nmodelo que respete la salud pública y los derechos humanos?\nNecesitamos seguir avanzando en un modelo que nos ayude a\nbajar los índices alarmantes de inseguridad que se expresan en\nmuertes y más muertes en los territorios. Siempre de gente pobre y vulnerable, siempre el eslabón más débil de la cadena. Basta de\ncriminalizar a las personas por la planta!\nLa aplicación de la regulación del cannabis sigue siendo prohibicionista, sigue siendo clasista y racista. No debemos permitir que los operadores de justicia sigan condenando a las poblaciones más vulnerables y a mujeres jóvenes a la cárcel por el involucramiento con la planta.\nEl uso y abuso de figuras legales como los acuerdos abreviados, la\n“tenencia no para consumo” y el “suministro a título no oneroso”\nhabilitan la arbitrariedad y el abuso de las fuerzas policiales,\nrepresivas y se invierte el “supuesto” de inocencia hasta que se pruebe lo contrario. La desproporción de las penas, hace que hoy tengamos una justicia para ricos y otra para pobres y vulnerables. A 11 años de regulados los usos medicinales ¿solo tendremos medicamentos regulados por la industria farmacéutica a precios inaccesibles?\nEn el año 2019 se votó la Ley de acceso al cannabis medicinal y\nterapéutico, así como la Ley de promoción de la investigación\ncientífica. Exigimos una implementación cabal de estos dos\ninstrumentos legales, para impulsar una industria local y un nuevo\nsendero del desarrollo del país. Pero también, para facilitar el\nacceso a productos de calidad a un enorme conjunto de personas\nque no encuentran respuesta en los tratamientos tradicionales,\nque, haciendo uso de su sano juicio, eligen probar una alternativa.\nExigimos que sea posible! Es un deber la implementación de las\nasociaciones de pacientes, sin exigencias alocadas, reglamentadas a la medida del control de la industria farmacéutica monopólica, figura consagrada por ley como alternativa de acceso con garantías a productos elaborados con destino a su uso terapéutico. La salud de las personas no es propiedad del Estado, ni de las\nfarmacéuticas ni del cuerpo médico. EL DOLOR NO PUEDE\nESPERAR.\nLa ley nos prometía acceso seguro, pero las farmacias no cubren el total de la demanda, la producción está concentrada en pocas manos, mientras se asfixian con trámites, controles arbitrarios y amenazas a los clubes cannábicos y a los autocultivadores.\nTampoco hay herramientas estatales accesibles para testear,\ninvestigar o certificar lo que cultivamos.\nPor tanto, a 11 años de la regulación del cannabis en Uruguay, las\norganizaciones sociales nucleadas en el movimiento Marcha\nMundial de la Marihuana en Uruguay proponemos.\nSe haga efectivo un desarrollo de la matriz productiva del cannabis\nhacia las economías populares y con inclusión de la pequeña\nproducción. Con licencias accesibles y dispensarios para expendio\nen todo el territorio nacional. Revisar y ampliar el marco regulatorio para fomentar la industrialización, la microproducción y la inclusión social.\nEliminar el registro de usuarios No somos delincuentes! Nuestra\nseguridad jurídica viene siendo atacada aún con registro de por\nmedio, sin las garantías adecuadas.\nEliminación de las restricciones arbitrarias a clubes para su\ncrecimiento en socios y producción.\nUna política de drogas que haga mayor énfasis en una prevención\nefectiva, con educación y gestión de riesgos y daños. Proponemos\nse desarrolle un sistema de tratamientos para uso problemático de la sustancia, que sea accesible, profesional e innovador. Y que, haya mayor investigación en estas áreas, disponer de recursos\npúblicos y privados para éstas tareas, con particular apoyo a las\náreas del estado como UdelaR, sistema de enseñanza, JND, MSP\ny otras.\nDisponer de una analítica económicamente accesible, para saber él contenido relativo de cannabinoides, contaminantes microbiológicos, etc, desde el ámbito público, cómo puede ser desde la Facultad de Química.\nEl Estado Uruguayo debe exigir que se elimine a la marihuana\n(cannabis sativa) de la lista 1 de sustancias prohibidas, a nivel\ninternacional.\nY también creemos que debe ser derogado el artículo 74 de la LUC\ny toda figura legal que permita criminalizar la producción para uso no comercial.\nEstas propuestas buscan mayor equidad, inclusión y justicia social\ny jurídica. No más presos ni presas por marihuana. No más\npersecución a cultivadores y usuarios. Basta de criminalizar la\npobreza."]

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Autoría de la versión

Hernán Calleros Basilio

Versión creada el 31/08/2025 18:38